Mucho se habla del ayuno intermitente, pero es real los beneficios que se pronuncian? Si se analizan los aspectos positivos respaldados por evidencia, verás cuáles son los mitos que aún persisten y lo que en realidad deberías tener en cuenta antes de probarlo.
¿Qué es el ayuno intermitente?

El ayuno intermitente no es una dieta en el sentido clásico. Más bien, es un patrón de alimentación que alterna períodos de ayuno (sin comer o con ingesta muy reducida de calorías) con períodos en los que se consume comida de manera normal.
Existen distintos enfoques:
- 16/8: ayunar 16 horas y comer en una ventana de 8 horas (el más popular).
- 5:2: comer normalmente 5 días y reducir calorías drásticamente 2 días a la semana.
- Ayunos prolongados de 24 horas una o dos veces por semana.
Beneficios del ayuno intermitente: lo que sí respalda la ciencia

1. Pérdida de peso y control del apetito
Numerosos estudios muestran que el ayuno intermitente ayuda a perder peso, sobre todo porque:
- Reduce el tiempo en que consumimos calorías.
- Facilita un déficit calórico sin contar estrictamente cada alimento.
- Puede mejorar la regulación del apetito al estabilizar los niveles de insulina.
Evidencia cientifica: Una revisión en Annual Review of Nutrition (2021) concluyó que el ayuno intermitente es tan efectivo como una dieta hipocalórica convencional para la pérdida de peso en personas con sobrepeso y obesidad.
2. Mejora en la sensibilidad a la insulina y salud metabólica

El ayuno intermitente puede disminuir la resistencia a la insulina y mejorar parámetros metabólicos, lo que ayuda a reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
Evidencia cientifica: Estudios en humanos publicados en New England Journal of Medicine (2019) reportan mejoras en glucosa en sangre, presión arterial y perfil lipídico en quienes siguieron un protocolo de ayuno.
3. Inflamación y salud cardiovascular

Se ha observado que el ayuno puede disminuir ciertos marcadores inflamatorios y mejorar la presión arterial, factores clave en la salud del corazón.
Evidencia cientifica: Un ensayo clínico en Cell Metabolism (2019) encontró que personas que practicaron alimentación restringida en el tiempo redujeron colesterol LDL y triglicéridos.
4. Posibles efectos en longevidad y salud celular

En modelos animales, el ayuno intermitente se ha asociado con mayor esperanza de vida y menor incidencia de enfermedades relacionadas con la edad, debido a procesos de autofagia (reciclaje celular).
Evidencia cientifica: Aunque estos resultados son prometedores, aún falta evidencia sólida en humanos a largo plazo.
Mitos que has escuchado del ayuno intermitente
❌ “El ayuno quema grasa de forma milagrosa”
El ayuno intermitente no es mágico: para bajar de peso sigue siendo necesario mantener un déficit calórico. No existe un “modo quemagrasa” exclusivo de ayunar.
❌ “Sirve para todos por igual”
No todas las personas responden de la misma manera. Quienes tienen problemas de ansiedad alimentaria, diabetes avanzada o mujeres embarazadas/lactantes no deberían hacerlo sin supervisión médica.

❌ “No importa qué comas, mientras ayunes”
El tipo de alimentos sigue siendo fundamental. Si la ventana de alimentación se llena de ultraprocesados, azúcares y grasas trans, los beneficios del ayuno se reducen o incluso desaparecen.
❌ “Está comprobado que prolonga la vida humana”
Aunque los estudios en animales son alentadores, no existen aún pruebas concluyentes de que el ayuno intermitente alargue la vida en humanos.
Precauciones importantes
- Consulta al profesional: antes de iniciar ayunos prolongados o estrictos, consulta con un médico o nutricionista.
- Escucha tu cuerpo: mareos, debilidad extrema o ansiedad intensa son señales de que puede no ser adecuado para ti.
- Adaptación progresiva: empezar con períodos más cortos de restricción puede ayudar a adaptarse sin efectos adversos.
¿Vale la pena el ayuno intermitente?
El ayuno intermitente es una herramienta útil y respaldada por evidencia para perder peso y mejorar la salud metabólica, siempre que se combine con una alimentación equilibrada y actividad física regular. No es una solución mágica ni superior a todas las dietas, pero sí puede ser más sostenible para muchas personas que prefieren no contar calorías de manera rígida.
En definitiva, lo real es que puede mejorar tu salud si lo aplicas de forma consciente y adecuada a tu estilo de vida. Lo ficticio es pensar que es una fórmula universal o que sustituye a los principios básicos de una vida saludable: buena alimentación, ejercicio, descanso y manejo del estrés.
Bibliografía sugerida
- Longo, V. D., & Mattson, M. P. (2014). Fasting: molecular mechanisms and clinical applications. Cell Metabolism, 19(2), 181–192.
- Patterson, R. E., & Sears, D. D. (2017). Metabolic effects of intermittent fasting. Annual Review of Nutrition, 37, 371–393.
- de Cabo, R., & Mattson, M. P. (2019). Effects of intermittent fasting on health, aging, and disease. New England Journal of Medicine, 381(26), 2541–2551.
- Sutton, E. F. et al. (2019). Early time‐restricted feeding improves insulin sensitivity. Cell Metabolism, 27(6), 1212–1221.

